E-mails para
Roland Emmerich, Sergi de Diego Mas, Honolulu Books, Barcelona, 2012, 71 págs.
Que yo sepa, E-mails
para Roland Emmerich de Sergi de Diego Mas (Barcelona, 1975) es uno de los primeros libros de poesía que tiene por tema la posmodernidad. Es extraño, hoy
que la posmodernidad parece haberse colado ya en todas las fiestas y bebido de
todas las copas de la contemporaneidad, que tengamos un libro de estas
características en las manos. Más allá de las cuestiones que Agustín Fernández
Mallo señalara en su ensayo Postpoesía,
donde denunciaba que la poesía española estaba desfasada con respecto a su
paradigma epistemológico y representacional; lo cierto es que en las últimas
dos décadas, aproximadamente desde la aparición a finales de los 90 de Las afueras de Pablo García Casado, la
poesía española ha ido siguiendo muy de cerca los distintos caminos abiertos
por la posmodernidad, pero no como manifestación temática de sus presupuestos,
sino como metabolización. Cuestiones como la crisis del sujeto, el lenguaje
como bullshit (tal y como lo
definiera Harry Frankfurt), el fin de lo político, etcétera, no han sido
enunciadas en la poesía reciente, sino digeridas previamente y traducidas a su
manifestación específicamente lingüística. Pero la posmodernidad, sus variados
coletazos, no ha sido enunciada todavía.
Con E-mails para
Roland Emmerich (y Mari Klinski el
librito tout terrain de Ainhoa
Rebolledo desde la cosa narrativa, so-called),
la nueva editorial barcelonesa capitaneada por Ana Llurba desprecinta su
andadura y añade un granito de arena interesante al asunto de poesía y
posmodernidad.
El libro se abre con una cita de Ballard que nos sitúa
en unas coordenadas muy concretas: la abolición del tiempo histórico (“creo en
la muerte del futuro”) y la deslocalización del espacio con el apogeo del
no-lugar (“las camareras de las autopistas” y “aeropuertos de fuera de
temporada”). A partir de aquí, el libro da vueltas en torno a la idea baudrillardiana
de simulacro a partir de una fingida comunicación cibernética con el cineasta
Roland Emmerich, autor de obras como Indepence
Day, Godzilla o El día de mañana. No solamente se trata de
traer a colación la idea de catástrofe (“Escribiré un e-mail a Roland /
Emmerich porque él sabe de estas cosas.”), de fin de los tiempos, sino de conectarla con un lenguaje simulativo
como es el cinematográfico. Una bonita paradoja: el cine como lenguaje capaz de
representar la abolición del sentido y a su vez el cine como construcción
basada en la contingencia, semillero de la misma catástrofe del sentido. La
desconfianza frente al mundo contemporáneo anida en la mirada y en nuestra
elaboración tecnológica para dar cuenta de la realidad, como deja claro De
Diego Mas desde el primer poema, ‘Plástico’, donde “todo empieza mirando una
postal”, “el abrumador silencio que sigue”, “la frivolidad desértica del
invierno”, y esa ecuación sentenciosa con que el autor remata el poema: “El
texto de la postal y yo, somos uno y somos todos”.
Sin embargo, más allá de las reflexiones sobre nuestra
condición pasadas por el cedazo de lo poético (un buen cedazo, sí, con oído
para romper bien el verso cuando es necesario, y un uso lacónico y consecuente
de la oración que informa antes que representa y además puntea cada poema con
gravedad), más allá de eso, este no es un poemario estrictamente posmoderno
(aunque se podrían hacer algunas analogías entre comunicación literaria y
comunicación internauta como procesos fundados en la ruptura), porque se ha
llevado el asunto a un terreno a flor de
piel antes que a las vísceras de la escritura. Una escritura posmoderna
cuestiona las propias condiciones del poema, lo resquebraja y lo cuestiona
desde dentro; y E-mails para Roland Emmerich demuestra cierta confianza en el
lenguaje a nivel compositivo, más allá de ciertas agresiones tipográficas
(“LLUVIA LLUVIA LLUVIA SPAM”), libertinaje semántico rescatado entre la basura
tecnomediática (“codeine, nopriorprescrition + / up to 80% off, your #1 source
for buying / vicodin online at a fraction of u.s. prices”) y un andamiaje
paratextual para mimetizar la interfaz
de los correos electrónicos.
Sergi de Diego Mas escribe sobre las autovías desde
carreteras comarcales, posmodernidad y modernidad dándose la mano. ¿Será esta
una nueva pista?
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